EL CATOLICISMO ROMANO 1 parte

¿Qué es una religión? ¿Qué es una secta? ¿Es el catolicismo romano una secta o una religión? Claro que es una religión, ella misma se hace llamar “religión católica”. También es una secta porque ha adulterado notablemente la palabra de Dios, como lo veremos en detalle.

La palabra “religión” viene del latín “religare” que significa “ligarse nuevamente”. La religión es el instrumento “humano” (no divino) para que supuestamente el hombre se vuelva a Dios.

Por su parte, una secta es una organización que usa la religión para enseñar filosofías humanas o tradiciones de hombres que “supuestamente” llevan al hombre a Dios.

Sin más preámbulo, analicemos los hechos, por los cuales podemos afirmar que el catolicismo romano es una secta:

1.- El catolicismo romano afirma ser la iglesia primitiva que edificó Cristo, entonces da como fecha de su fundación el año 33 después de Cristo.

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FALSO. Durante los primeros 1.000 años de la era cristiana, solo existió “la iglesia cristiana” que se edificó sobre el fundamento de los apóstoles de Cristo. La palabra “católica” ni siquiera se menciona en la biblia y no existe ni un solo documento histórico que diga que la iglesia cristiana era la católica. Durante trescientos años, la iglesia fue perseguida y los cristianos asesinados sin ninguna compasión.

Pero, en el año 312 D.C. sucedió algo que cambió las cosas. Constantino, el emperador romano se encontraba en una batalla, y dijo ver en el cielo una cruz luminosa, con las palabras latinas “in hoc signo vinces”, que significa “con esta señal vencerás”. Entonces puso su fe en el Dios de los cristianos y ganó la batalla. Dicho emperador declaro el “cristianismo” como la religión oficial del imperio. A partir de ese momento, se acabó la persecución cristiana. Las circunstancias se invirtieron y más bien se ordenó la muerte de todos aquellos que no se convirtieran al cristianismo. Lógicamente que los paganos “se bautizaron sin haber creído”, con el único propósito de evitar su muerte. De esta manera, se mezclaron con el cristianismo las formas, ritos, adoración de imágenes y cultos del paganismo.

Hasta ese momento, los líderes cristianos se llamaban “obispos, pastores o ancianos”. En el año 370, el obispo de Constantinopla, se nombró “Patriarca” y el de roma se hizo llamar “Papa”. Se inició entonces una rivalidad entre los líderes cristianos de los dos grandes centros metropolitanos. El obispo de roma, ahora “Papa”, gozaba de cierto prestigio por estar en la capital del Imperio y sus partidarios, comenzaron a enseñar que su obispo, tenía preeminencia sobre los obispos de otros lugares. Inventaron que Pedro había establecido en Roma la primera Iglesia, y que había sido el primer “papa”.

En el año 500 D.C. el papa Inocencio 1, que de inocente no tenía nada, porque era un corrupto, según se menciona en los mismos archivos del propio Vaticano, fue declarado jefe supremo de la iglesia occidental y la resistencia a su autoridad era considerada una ofensa. En el año 510, declaró que el papa solo podía ser juzgado por Dios, y que no estaba sujeto a ningún gobierno terrenal.

En el año 741 D.C., se declaró la infabilidad del “papa” y en 1870 se aceptó como un dogma cristiano, por el Concilio Vaticano. Lo de infalible significa que la palabra del “papa” era la palabra de Dios y no podía objetarse.

Los que no aceptaron ese dogma, formaron su propia iglesia llamada “viejos católicos”, que no reconocieron el papado, por considerarlo un abuso y una barbaridad, y que además que no estaba contemplada en las Santas Escrituras.

El papado se degeneró, de tal manera que para ser “papa” el único requisito era tener dinero. De esta manera hubo un “papa” de tan solo 12 años, una “mujer papa” llamada Juana y por supuesto “papas” ladrones, pervertidos y asesinos. La historia no miente.

Entre el año 1045 al 1047, “tres papas” se combatieron por las armas, estas son las famosas “cruzadas”. Se agravó la tirantez entre las iglesias y en el año 1054, se separaron del todo, la iglesia oriental se llamó “ortodoxa” que significa “doctrina correcta” y la occidental se llamó “católica” que significa “universal”. Fue en ese momento que nació la iglesia católica romana que conocemos actualmente.

Los puntos que llevaron a la separación, fueron principalmente que la ortodoxa decía que el Espíritu Santo procede solo del Padre y la católica que del Padre y el Hijo; la ortodoxa rechazaba las imágenes y la católica las aceptaba; la ortodoxa no reconoce el Papado de la católica, y en la católica los sacerdotes no podían casarse y en la ortodoxa sí.

Podemos concluir que Cristo no edificó la iglesia católica, Cristo no edificó ninguna religión. Cristo edificó la iglesia cristiana, pura, sin mancha ni contaminación religiosa.

El catolicismo romano nació de la mezcla del paganismo con el cristianismo. La iglesia cristiana pura y sin mancha desapareció o se conservó en el anonimato, para darle lugar a la religión ortodoxa y a la religión católica romana.

Hoy en día, la verdadera iglesia de Cristo sigue en el anonimato, conformada por todos aquellos creyentes que creen en Cristo y se bautizan. Al igual que la iglesia primitiva, se congregan en casas y se fundamentan exclusivamente en la palabra de Dios, rechazando las filosofías y las doctrinas humanas que con “la máscara de la religión” corrompen la palabra de Dios.

Desdichadamente y a través de los años, han proliferado las religiones o denominaciones religiosas. Ya no son dos, ahora son miles de ellas.

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2.-La Salvación por Medio de la Iglesia católica. El catolicismo romano afirma que la salvación se obtiene solamente si pertenecemos a la Iglesia Católica, si no somos católicos no alcanzamos la salvación. Veamos lo que dice el catecismo católico:

El decreto sobre Ecumenismo del Concilio Vaticano II explicita: "Solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación. Creemos que el Señor confió todos los bienes de la Nueva Alianza a un único colegio apostólico presidido por Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al cual deben incorporarse plenamente los que de algún modo pertenecen ya al Pueblo de Dios" Numeral 816.

Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella (Numeral 846).

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FALSO.- La Biblia jamás indica, ni siquiera remotamente, que la salvación se debe obtener por medio de una religión.

Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Romanos 10:9 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Nuestro Señor Jesús enseñó que la salvación se obtiene cuando creemos en el evangelio y nos bautizamos en agua. Creer el evangelio es creer con el corazón que Jesús es el Señor y que Dios lo levantó de los muertos.

No necesitamos pertenecer a ninguna religión para alcanzar la salvación, lo que necesitamos es creer en Jesús como nuestro Salvador, como el hijo de Dios que se hizo hombre para morir por el perdón de los pecados de la humanidad y bautizarnos (Hechos 2:38-Romanos 6:3-5). Ninguna religión puede ofrecer salvación, excepto Jesucristo:

Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

En Jesús tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7), no en una religión. Jesús mismo lo dijo:

Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Usted no encontrará un solo versículo en la palabra de Dios que diga que tenemos que pertenecer a alguna religión para ser salvos. Quiero preguntarle al Vaticano ¿A cuál religión pertenecía el eunuco egipcio que Felipe bautizó en el capítulo 8 de los Hechos? La religión no salva... Cristo salva:

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3.- La Salvación por Medio del cumplimiento de la ley de Moisés. La doctrina católica enseña que para ser salvos, además de ser católicos, debemos cumplir los mandamientos de la ley.

Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez mandamientos están grabados por Dios en el corazón del ser humano. Numeral 2072 catecismo católico.

La obediencia a los mandamientos implica también obligaciones cuya materia es, en sí misma, leve. Así, la injuria de palabra está prohibida por el quinto mandamiento, pero sólo podría ser una falta grave en razón de las circunstancias o de la intención del que la profiere. Numeral 2073 catecismo católico.

4.- FALSO. Una vez más las enseñanzas del catolicismo se oponen a la Palabra de Dios, la cual afirma que la salvación no puede ganarse a través de las obras de la ley, sino que es un don gratuito de Dios que no merecemos.

Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Tito 3:5 Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.

Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.

Romanos 5: 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

La Biblia repetidamente declara que la salvación es por fe, nunca por las obras de la ley o por cumplir los mandamientos de la ley. O estamos bajo la ley o estamos bajo la gracia. La gracia y la ley son dos líneas paralelas que nunca pueden juntarse.

Lamentablemente muchas personas no sabrán que sus buenas obras no podían salvarlas, sino hasta después que hayan muerto y sean sentenciadas al infierno eternamente. El apóstol Pablo dice lo siguiente:

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 2:21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

Si pudiéramos ganar el cielo por medio de las obras, entonces Jesús sufrió en vano esa horrible muerte en la cruz. Pero El no murió en vano. Las Escrituras afirman que Jesús dio su vida porque no había otra forma para que nosotros alcanzáramos el perdón de nuestros pecados.

En el bautismo somos sepultados con Cristo y él toma nuestro lugar, por eso Pablo dice: “ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí”. “El creyente está muerto para la ley” (Gálatas 2:19) y la ley no puede juzgarlo. Para entender esto, suponga que usted comete un delito. La ley lo juzgará y lo condenará. Pero si usted se suicida antes de que lo juzguen, usted quedará libre de la ley porque estaría muerto para ello. Un juez nunca ha juzgado un muerto. Pues bien, todos los creyentes bautizados estamos muertos para la ley y la ley no puede juzgarnos.

Gálatas 5:4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

Ponga atención a lo que dice este versículo. Dice todo lo contrario a lo que enseña el catolicismo romano. Dice que el creyente que se trata de justificar cumpliendo la ley, en lugar de ser salvo, cae de la gracia. No creo que sean necesarias más explicaciones.

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5.- El “papa” es el sucesor de Pedro, el vicario de Cristo en la tierra y la cabeza de la iglesia. El catecismo católico dice en su numeral 882 lo siguiente:

El Papa, obispo de Roma y sucesor de San Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles "(LG 23). "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad".

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FALSO: El apóstol Pedro no fue obispo de Roma. De haberlo sido, la epístola de Pablo a los romanos hubiera sido dirigida a Pedro. No existe ningún documento que pruebe semejante cosa. Pedro tampoco fue papa, ni siquiera obispo, fue únicamente uno de los doce apóstoles de Jesús. El hecho de que Jesús le diera las llaves de la iglesia, significaría que Pedro inauguraría la iglesia, como lo hizo con su primera prédica el día de Pentecostés. Y cuando Jesús dijo que “sobre esta piedra edificaría la iglesia”, se refería a sí mismo y no a Pedro.

Colosenses 1:18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia".

Efesios 1:22 Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio (a Cristo) por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.

Pedro nunca fue la cabeza de la iglesia. La cabeza de la iglesia siempre ha sido Cristo. Tampoco fue la piedra:

Efesios 2:20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.

Esta escritura dice que la piedra es Jesucristo, los profetas y los apóstoles entre los cuales se cuenta a Pedro son los fundamentos.

Gálatas 2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

Este otro pasaje se indica que las columnas sobre las cuales se edificó la iglesia eran Jacobo (Santiago), Cefas (Pedro) y Juan. Estos tres eran los líderes de la iglesia primitiva y no Pedro solo.

Al llegar a este punto, usted debe preguntarse ¿Es el papa la cabeza de la iglesia de Cristo? La iglesia de Cristo no es un templo, no es un edificio, ni tampoco es una organización religiosa, la iglesia de Cristo es el reino de los cielos en la tierra y este reino está conformado por todas las personas que han creído en Cristo y se han bautizado. La única autoridad de la iglesia es nuestro Señor Jesús.

El papa no es la cabeza de la iglesia de Cristo. El papa es la cabeza del Vaticano, es la cabeza de la religión católica, pero no de la iglesia de Cristo.

¿Es el papa el sucesor de Pedro y el Vicario de Cristo? Tampoco. Pedro nunca fue católico ni obispo de la iglesia católica puesto que el catolicismo se originó después de trescientos años de muerto Pedro. Mucho menos fue “papa” porque ese “puesto” no existía en la iglesia primitiva. Tampoco fue el vicario de Cristo.

Se denomina Vicario a quien hace las veces y tiene el poder de otro al que sustituye, por tiempo indefinido o determinado. El Vicario de Jesucristo es entonces, quien hace las veces de Cristo en la tierra. La religión católica, a su antojo y comodidad, ha decidido denominar al Papa como el Vicario de Cristo, lo que implica que todo lo que el Papa diga u ordene, es como si viniera de Cristo y es la palabra de Dios.

Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Jesús dijo que enviaría otro Consolador en su lugar, para que esté con nosotros para siempre. Ese Consolador es el Espíritu Santo. Jesús no dejó a ningún ser humano temporal en su lugar, no dejó a Pedro ni a ninguno de sus discípulos. Jesús nos envió al Espíritu santo para siempre. El Espíritu Santo es el único y verdadero vicario de Cristo.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Es el Espíritu Santo el que nos revela toda la verdad y esa verdad nunca se contradice con las palabras de Jesús, ni con ninguno de los versículos que contienen la Biblia, como lo hacen los “papas” católicos.

Jesús envió a los apóstoles a predicar el evangelio, pero a ninguno que ocupara su lugar, porque para ocupar el lugar de Cristo hay que ser sin pecado.

La historia nos habla de papas corruptos, de papas asesinos, de papas violadores, de papas comerciantes del evangelio. ¿Cómo podrían ser los vicarios de Cristo? El papa ha usurpado la posición de Jesús y del Espíritu Santo de Dios. Es una posición que ningún hombre puede ocupar. El Vaticano le ha dado el nombre de “Santo Padre” al papa. Sin embargo Jesús enseñó lo siguiente:

Mateo 23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.

Jesús dijo que no llamemos padre a nadie en la tierra, porque solo hay un Padre y está en los cielos.

Apocalipsis ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo.

Solamente hay un santo Padre, nuestro Padre celestial que está en los cielos. No es sabio adjudicarse una santidad reservada para Dios, porque Dios no compartirá su gloria con nadie:

Isaías 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria.

Otra vez, la doctrina católica y la Biblia se contradicen. ¿Por qué Dios no nos dijo en la Biblia que El enviaría al papa como vicario de Cristo? ¿Por qué la Iglesia Católica afirma que el papa es la cabeza de la iglesia? ¿Por qué la religión Católica desea que usted “llame “padre Santo” al papa como si fuera Dios? Sólo usted puede responder estas preguntas. Y sólo usted puede decidir si cree en las mentiras del catolicismo romano o en las verdades de la Biblia.

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6.- La Iglesia católica tiene el poder de perdonar los pecados. El catolicismo romano enseña que tiene el poder y la autoridad para perdonar los pecados del ser humano:

En efecto, los obispos y los presbíteros, en virtud del sacramento del Orden, tienen el poder de perdonar todos los pecados 'en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Catecismo católico Numeral 1461).

Si en la Iglesia no hubiera remisión de pecados, no habría ninguna esperanza, ninguna expectativa de una vida eterna y de una liberación eterna. Demos gracias a Dios que ha dado a la Iglesia semejante don (numeral 983).

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FALSO. La iglesia católica no tiene el poder de perdonar pecados. Nadie tiene ese poder sino únicamente el Padre que está en los cielos.

Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Nuestro Señor Jesús dijo que era el Padre el que perdonaba los pecados, no dijo que los mortales podrían hacer eso.

Salmo 103:2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 103:3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias

Esta escritura no dice que una religión perdona los pecados, dice que es Jehová el que perdona todas nuestras iniquidades y sana todas nuestras dolencias. Decir que los sacerdotes católicos pueden perdonar pecados, es decir que también pueden sanar todas nuestras dolencias.

Hebreos 9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

La palabra de Dios dice que nuestro Señor Jesucristo, con su propia sangre entró una vez para siempre en el lugar santísimo y obtuvo eterna redención de todos los pecados de la humanidad. Los pecados suyos y míos fueron perdonados para siempre por el Padre Celestial, gracias a la preciosa sangre de Jesús.

Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

No necesitamos que el catolicismo romano nos otorgue ningún perdón, ya nuestro Jesús nos perdonó en la cruz hace más de dos mil años. Lo que necesitamos es arrepentirnos y bautizarnos para que ese perdón se haga efectivo en nosotros.

Hebreos 10:17 nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. 10:18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

Y no necesitamos estarnos confesando y pidiendo más perdón, porque el perdón otorgado por Jesús fue eterno. Dios prometió no acordarse “nunca más” de nuestros pecados. “Nunca más” significa “por toda la eternidad”.

Hebreos 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

Si acudimos a un sacerdote católico para que nos perdone los pecados, estaríamos teniendo por inmunda la sangre de Jesús, en la cual fuimos santificados, estaríamos blasfemando contra el Espíritu Santo y cometiendo el único pecado imperdonable.

La doctrina del perdón de pecados del catolicismo romano es doctrina de demonios, porque atenta contra nuestra salvación. Es una mentira del diablo, no te dejes engañar.

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CONTINUARÁ….

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